Es una cirugía estética que busca aumentar el tamaño y mejorar la forma de los senos mediante la colocación de implantes mamarios, ya sea detrás del tejido mamario o debajo del músculo pectoral.

Pueden colocarse:

• Subglandular: detrás del tejido mamario.

• Submuscular: debajo del músculo pectoral.

• Dual plane: combinación de ambas técnicas.

Generalmente se emplea anestesia general, aunque en algunos casos puede optarse por anestesia local con sedación, según la complejidad del procedimiento y la recomendación del cirujano.

La intervención suele durar entre 1 y 2 horas, dependiendo de la técnica utilizada y de si se combinan otros procedimientos.

La mayoría de las pacientes puede retomar actividades ligeras después de una semana. Se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos durante al menos 4 a 6 semanas.

Aunque los resultados son visibles inmediatamente, el aspecto final se aprecia después de varios meses, una vez que la inflamación ha disminuido y los implantes se han asentado.

Sí, en la mayoría de los casos. Los implantes no interfieren con las glándulas mamarias ni con la producción de leche.

Los implantes no están diseñados para durar toda la vida. Aunque no hay una fecha de caducidad específica, se recomienda realizar controles periódicos y considerar su reemplazo cada 10 a 15 años o si presentan complicaciones.

Como en cualquier cirugía, existen riesgos como infecciones, hematomas, cambios en la sensibilidad del pezón, contractura capsular o ruptura del implante. Elegir un cirujano certificado y seguir sus indicaciones minimiza estos riesgos.

Las incisiones se realizan en zonas discretas: pliegue submamario, borde de la areola o axila. Con el tiempo, las cicatrices suelen volverse poco perceptibles.

Sí, es común combinarlo con mastopexia (elevación mamaria), liposucción u otras cirugías estéticas, según las necesidades y objetivos de la paciente.